La piel no es ajena a los cambios de estación y al tiempo que estamos viviendo. Las pieles que más sufren los cambios de temperaturas son las  sensibles, ya que son las que más se enrojecen y escaman con facilidad por eso es importante tratarlas con especial cuidado e incluir rutinas con cosmética y tratamientos que van a prevenir que la piel sufra y se deteriore.

Las principales agresiones que se producen en la piel durante el invierno son:

– Irritación

– Sequedad

– Tirantez

– Rojeces

1. Hidratate repetidamente 

Es muy importante hidratar la piel con frecuencia, mucho más de lo que lo haces en cualquier otra época del año. Al estar hidratada, la piel está más elástica y por tanto es más difícil que se produzca rotura de capilares al pasar de un ambiente cálido a uno húmedo.

2. Mascarillas hidratantes

También puedes añadir una dosis extra de hidratación con una mascarilla. Déjala actuar de 10 a 15 min una vez en semana.

3. Sérum para las rojeces

El frío provoca que la circulación en los vasos sanguíneos de la piel sea menor. Aplica un sérum específico para rojeces para darle a la piel una dosis extra de nutrientes y que los capilares estén muchos más flexibles y evites la rotura.

4. Controla los cambios de temperatura

Los cambios bruscos de temperatura como pasar de la calefacción al frío de la calle puede provocar grandes daños en la piel. Intenta controlar esto ya que son precisamente estos cambios de frío a calor y viceversa lo que va a provocar que tu piel esté más seca, tirante, irritada…

5. Bebe agua

Bebe agua, la que tu cuerpo necesite pero siempre entre 1y 2 litros al día. Va a mantener la piel más elástica e hidratada y previene la aparición de arrugas, descamación…

Para saber si este tratamiento es el que mejor se ajusta a tus necesidades y conseguir unos resultados perfectos, te recomendamos realizar un diagnóstico, es totalmente gratuito, llámanos al 924200816.