El origen de las pestañas falsas se produjo durante el rodaje de la película Intolerance, considerada la más cara y ambiciosa del cine mudo. La cinta se rodó en el año 1916 bajo la dirección de D.W. Griffth. El director quería que las pestañas de la actriz Seena Owen rozaran sus mejillas y que sus ojos ganaran brillo y fuerza expresiva. Para ello, se requirió la presencia de un fabricante de pelucas local. Las primeras pestañas postizas se crearon con pelo humano tejido a través de una malla que se adhería después a los ojos de Owen. El proceso llevaba tiempo y destreza. Sin embargo el resultado no duraba más de dos horas.
Desde entonces, se ha avanzado mucho en lo que a este accesorio se refiere.
El postizo de pestañas se ha usado siempre como complemento del maquillaje. Aunque como algo puntual. Pero desde hace algún tiempo, existe la posibilidad de alargar las pestañas de forma duradera y natural. Son las extensiones de pestañas.
En el mercado, se comercializan diversos materiales que permiten incrementar la longitud -a base de pelo natural, sintético, seda, etc.- de las pestañas. Recientemente, las extensiones de seda han demostrado tener muchas posibilidades no solo por su naturalidad sino por las correcciones que aportan a la forma del ojo.
Las extensiones de pestañas se han convertido en una manera de otorgar aspecto almendrado a los ojos redondos y levantar los párpados caídos, agrandándolos desde el punto de vista óptico. Asimismo, le proporcionan más profundidad a la mirada al aportar más pestañas a las existentes. Para ello, hay que barajar todas las posibilidades y jugar con las diferentes medidas, grosores y curvaturas de las extensiones. Se logran así efectos de lo más naturales e interesantes.
Gracias a las extensiones de seda, se consiguen resultados duraderos porque se colocan sobre pestañas naturales y duran aproximadamente un mes. Su aplicación es sencilla aunque minuciosa: se aisla una pestaña natural para aplicar la extensión sobre ella a unos milímetros del párpado.
En síntesis, desde la antigüedad las pestañas aportan una belleza singular que les reserva un lugar destacado. Poco a poco, se han descubierto nuevos métodos de embellecimiento y posibilidades de sacarles partido en pleno siglo XXI. ¿Seguirán siendo motivo de inspiración para poetas y literatos en el futuro?